Gabriel Delgado sobre el Consejo Agroindustrial: "Necesitamos un gran proyecto exportador"


Propuesto como Interventor por parte del Gobierno en Vicentin, cuya intervención terminó dando de baja el propio presidente, el suarense Gabriel Delgado ahora ocupa sus horas pensando cómo generar desarrollo de la mano del sector agroindustrial.

Reconocido economista del INTA, que hace dos años se desempeña en comisión en la Cámara de Diputados de la Nación, afirmó que el Consejo Agroindustrial puede ser un buen ejemplo de lo que el país necesita.

"La Argentina necesita que miremos juntos hacia adelante. Las divisiones son una fuente de miseria. Hay que tener una mirada común y creo que el Consejo Agroindustrial va en ese sentido", afirmó en declaraciones radieles.

El economista suarense reconoció que el país afronta un problema estructural desde hace décadas, por la falta de dólares, y ahí es donde el agro puede aportar.

"Somos el segundo país del mundo con más recesiones en las últimas cinco o seis décadas, la mayoría por falta de dólares. Tenemos una dinámica donde crecemos y la demanda de dólares supera a los ingresos y terminamos inexorablemente en una recesión. Necesitamos un gran proyecto para aumentar sensiblemente las exportaciones, aprovechando todo lo que puede producir el sector, incluyendo las economías regionales y la carne", destacó.

En este punto, se refirió a un tema sensible: "No es que exportar maíz no es exportar valor agregado; un grano de maíz es puro valor agregado. El tema es que tiene poco valor, y una tonelada de carne vale mucho más, genera más empleo y trabajo, y puede hacerse en todas las provincias. Sería mucho más saludable transformar el maíz acá adentro. Argentina no exporta alimentos para 400 millones de habitantes, sino para engordar animales. Falta ese pasito de comenzar a exportar relativamente más alimentos para humanos", explicó.

Respecto al intento de intervención de la firma Vicentin, explicó que dejó muchas enseñanzas. "El Presidente reconoció que fue un error, escuchó la reacción de la gente y se paró desde un lugar lógico y pragmático, más allá de la gravedad de la situación de la empresa".


Aunque agregó: "El Estado no se retiró del concurso, porque hay un tercio de las acreencias que son del Estado nacional. Creo que es muy difícil una recuperación de la empresa sin una profunda ayuda".

Explicó que la firma necesita moler 8 millones de toneladas para estar a full capacity, o sea un 20% de la soja del país, por lo que es necesaria una red comercial potente, más sin originación propia. "Sin capital de trabajo es muy difícil. Además que el valor de los activos son sensiblemente inferiores a la deuda, que es de 1500 millones de dólares", afirmó.