Confirmaron la pena de 40 años de prisión a Mauro Schechtel por violar y prender fuego a una niña

Foto: archivo 2008.

Se trata del autor de uno de los hechos más aberrantes que se recuerden en la historia delictiva de nuestra región, cometido durante el invierno de 2008 en Coronel Dorrego, en perjuicio de una niña que para ese entonces tenía apenas 10 años.

Mauro Schechtel, es un gasista oriundo de Coronel Suárez pero que vivía en esa ciudad y tenía antecedentes. Tiene 41 años y está detenido en la cárcel de Saavedra. Se encuentra en esa condición desde la madrugada del 19 de junio de 2008. Estudios lo calificaron como una persona "sádica y perversa" que "comprende lo que hace y presenta un alto riesgo para la sociedad, en particular, para los menores, que son sus víctimas predilectas".

A 13 años del hecho, la sentencia no estaba firme y esa situación generaba cierta inquietud desde el punto de vista procesal, aunque ahora queda definitivamente confirmada.

Schechtel embistió a la niña a propósito con su Renault 12, después del choque simuló auxiliarla, la subió al auto como para llevarla hacia el hospital pero la trasladó hasta una zona cercana al arroyo Las Mostazas y la ruta 72, donde la maniató y encintó para luego violarla, rociarla con combustible y prenderla fuego, con la evidente intención de quitarle la vida.

 En medio de una bola de fuego, la niña llegó como pudo hasta la carretera y alcanzó la ayuda de un camionero que, aún conmocionado por lo que tenía a la vista, pudo ayudarla.

Rocío que hoy tiene 23 años, sufrió quemaduras en más de la mitad del cuerpo, daños irreversibles y lógicas secuelas psicológicas, pero pudo salir adelante. Y más luego de confirmaran que su agresor recibiera 40 años de cárcel.

Si la Corte Suprema de Justicia de la Nación no confirmaba la sentencia, el 5 de octubre del año que viene el acusado hubiera recuperado la libertad, porque en esa fecha se cumplen 12 años del primer fallo en su contra y también el plazo de prescripción por el delito imputado. Y además hubiese quedado como inocente, sin antecedentes ni ser potencialmente un reincidente.