Coronavirus en la región: Laprida y Coronel Pringles, los más complicados
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Ingreso a Laprida.
En lo que va de agosto, de 480 casos registrados hasta anoche, más del 63% (304) correspondió a distritos de la zona y el 37% (176) a Bahía Blanca.
Una reunión familiar y situaciones de mate compartido fueron identificadas en el partido bonaerense de Coronel Pringles como el origen de un brote que obligó al distrito a retroceder el viernes a la fase 3 del distanciamiento social, preventivo y obligatorio tras 54 casos positivos de coronavirus y la espera de la evolución de otras 700 personas puestas en aislamiento.
Coronavirus en Laprida
El brote más importante registrado en los distritos de la zona, en lo que va de agosto, está localizado en Laprida a 150 km de Coronel Suárez.
Ese municipio había comenzado el mes con 10 casos, de los cuales ninguno estaba activo. Sin embargo ayer, al momento del cierre de este informe, la cifra de contagiados había trepado a 106, la mayoría de ellos activos.
Entre estos últimos -se informó- hay profesionales de la salud, personas que trabajan en un geriátrico privado y hasta empleados municipales.
El intendente Pablo Torres dispuso fuertes medidas de restricción para contener este nuevo brote. Suspendió no sólo las reuniones familiares y sociales, sino que también cerró las plazas y espacios públicos. Además, prohibió la apertura de restaurantes y heladerías, así como la práctica de actividades deportivas (salvo correr, caminar y andar en bicicleta).
De la misma forma, cerró el municipio. Estas medidas estarán vigentes hasta el 17 de este mes.
“Por lo que dice la Provincia, estamos en Fase 4; por lo que decimos nosotros, estamos en Fase 3; y, por lo que dicen las calles, estamos en Fase 1. Las calles se ven desiertas; los lapridenses han decidido, con mucha sensatez, replegarse a sus casas”, subrayó el jefe comunal.
El brote más importante registrado en los distritos de la zona, en lo que va de agosto, está localizado en Laprida a 150 km de Coronel Suárez.
Ese municipio había comenzado el mes con 10 casos, de los cuales ninguno estaba activo. Sin embargo ayer, al momento del cierre de este informe, la cifra de contagiados había trepado a 106, la mayoría de ellos activos.
Entre estos últimos -se informó- hay profesionales de la salud, personas que trabajan en un geriátrico privado y hasta empleados municipales.
El intendente Pablo Torres dispuso fuertes medidas de restricción para contener este nuevo brote. Suspendió no sólo las reuniones familiares y sociales, sino que también cerró las plazas y espacios públicos. Además, prohibió la apertura de restaurantes y heladerías, así como la práctica de actividades deportivas (salvo correr, caminar y andar en bicicleta).
De la misma forma, cerró el municipio. Estas medidas estarán vigentes hasta el 17 de este mes.
“Por lo que dice la Provincia, estamos en Fase 4; por lo que decimos nosotros, estamos en Fase 3; y, por lo que dicen las calles, estamos en Fase 1. Las calles se ven desiertas; los lapridenses han decidido, con mucha sensatez, replegarse a sus casas”, subrayó el jefe comunal.
Coronavirus en Coronel Pringles
El 5 de agosto había en ese distrito 3 casos registrados (2 activos y uno recuperado). Al día siguiente ya eran 10 los activos y, para ayer, habían llegado a 54.
El intendente Lisandro Matzkin no anduvo con rodeos al señalar que estar en Fase 5 provocó que muchos vecinos relajaran excesivamente las medidas de prevención. Y apuntó a un símbolo de ese relajamiento: las rondas de mate.
“Los contagios se dan, principalmente, por el contacto directo. El mate es uno de los principales culpables de lo que nos está pasando”, sintetizó el jefe comunal en declaraciones radiales.
Por eso hasta el 21 el distrito estará en Fase 3, una medida que no se descarta que pueda extenderse si el brote no es contenido.
“Siempre dijimos que si llegábamos a tener un brote no controlado íbamos a tener que volver a tomar medidas restrictivas. Ese momento llegó”, dispuso al anunciar la medida.
El regreso a la Fase 3 provocó el cierre de plazas y espacios públicos, así como distintos comercios, entre ellos restaurantes y bares (sólo pueden hacer venta por delivery), tiendas de ropa o calzado, peluquerías, jugueterías y centros de estética, entre otros.
También se prohibió el servicio doméstico, las obras privadas de construcción, las actividades deportivas y recreativas, la apertura de gimnasios, entre otras actividades.
El intendente Lisandro Matzkin no anduvo con rodeos al señalar que estar en Fase 5 provocó que muchos vecinos relajaran excesivamente las medidas de prevención. Y apuntó a un símbolo de ese relajamiento: las rondas de mate.
“Los contagios se dan, principalmente, por el contacto directo. El mate es uno de los principales culpables de lo que nos está pasando”, sintetizó el jefe comunal en declaraciones radiales.
Por eso hasta el 21 el distrito estará en Fase 3, una medida que no se descarta que pueda extenderse si el brote no es contenido.
“Siempre dijimos que si llegábamos a tener un brote no controlado íbamos a tener que volver a tomar medidas restrictivas. Ese momento llegó”, dispuso al anunciar la medida.
El regreso a la Fase 3 provocó el cierre de plazas y espacios públicos, así como distintos comercios, entre ellos restaurantes y bares (sólo pueden hacer venta por delivery), tiendas de ropa o calzado, peluquerías, jugueterías y centros de estética, entre otros.
También se prohibió el servicio doméstico, las obras privadas de construcción, las actividades deportivas y recreativas, la apertura de gimnasios, entre otras actividades.
Coronavirus en Tornquist
Gracias a esto la población no sólo estaba en Fase 5, sino que además el intendente Sergio Bordoni había autorizado la apertura de alojamientos turísticos y había puesto en marcha un protocolo de ingreso para propietarios sin residencia estable.
“El brote se desató en la comisaría de Tornquist y de allí en más se extendió a otros policías y a sus vínculos cercanos. No tuvimos ni un caso en 130 días, pero nadie está exento de que esto pase, sobre todo cuando hablamos de trabajadores esenciales”, lamentó el jefe comunal.
Lo preocupante del brote entre policías -reconoció- es que varios de esos efectivos brindaban servicios en retenes, bancos y supermercados.
“Por eso hoy estamos en Fase 4. Y lamentablemente cambiaron nuestros planes en materia de flexibilización. No sólo no vamos a dejar entrar a nadie al distrito hasta nuevo aviso, sino que estamos evitando los viajes entre localidades”, dijo.
La medida implica restricciones de horario para distintas actividades y la circulación de los vecinos. Los comercios, por ejemplo, pueden abrir de 8 a 22, mientras que el rubro gastronómico debe trabajar a puertas cerradas y con la modalidad de venta por delivery.