Moccero: "Prefiero que me hagan un juicio a que entre el virus al distrito"

CORONAVIRUS


Coronel Suárez, comienza a relajar la cuarentena impuesta por el coronavirus. La nueva realidad, sin embargo, es el miedo a los que vienen de afuera.

A través de severos controles en la ruta, la policía local tiene una orden estricta: nadie que no tenga permiso municipal de traslado ni domicilio aquí puede ingresar. El coronavirus acecha nuestra ciudad. A sólo 100 kilómetros Laprida tiene 10 casos positivos confirmados.

“No somos estrictos, somos exageradamente estrictos", afirma Ricardo Moccero, intendente de Coronel Suárez. Está a cargo de todos los controles para asegurar que nadie extraño entre a la localidad. "Sólo están permitidos los que tienen domicilio en Suárez", asegura. "Le hemos negado el ingreso a personas que tienen el permiso nacional", afirma. "Prefiero que me hagan un juicio a que entre el virus al distrito", confirma. "Es muy grande el miedo al que viene del conurbano o la ciudad de Buenos Aires (a 560 kilómetros)", asegura. "No los dejamos entrar, ni al uno ni al otro", sentencia.

Para entrar a Coronel Suárez se debe solicitar un pedido especial, autorizado por el Intendente. En la entrada por ruta 85, la policía autoriza el ingreso luego de exigir los permisos de circulación y controlarles la temperatura. En los demás controles internos, la policía local esta al tanto del itinerario que se debió presentar para poder circular. 


Nuestra ciudad ya está en la fase 5 de la cuarentena. Se liberó la circulación vehicular, se habilitaron reuniones de niños y adolescentes en grupos de hasta cuatro en casas particulares, se flexibilizaron de actividades recreativas, como salir a correr, andar en bicicleta o caminar. También se extendió el horario de comercio hasta las 20 horas. Los comercios gastronómicos pueden abrir de lunes a viernes de 8 a 24 hs y sábados, domingos y feriados hasta las 1 AM. Las actividades en espacios cerrados, como gimnasios, salas de ensayo y centros culturales, pueden abrir si presentan un protocolo sanitario.

Dos distritos limítrofes tuvieron casos: Daireaux (1 caso) y Guaminí (1 caso). La región no escapa a la pandemia: Olavarría (a 150 kilómetros) con 129 positivos, Azul (250 km) con 9, y Bahía Blanca (180 km) 86. Los demás distritos que rodean a Coronel Suárez (Tornquist, Saavedra, Adolfo Alsina y Lamadrid), aún no registran casos y también entraron a la anhelada fase 5.

"Antes que Bahía Blanca, nuestra principal preocupación es Olavarría", afirma Moccero. "Los casos subieron mucho y tenemos mucha vinculación", cuenta. "Nadie entra si viene de allí", repite la fórmula, hasta ahora exitosa.

"Les ofrecemos una vida normal", explica sobre quienes viven desde hace muchos años fuera de nuestra ciudad y quieren regresar ahora que esta en fase 5. Siguiendo un protocolo, le envían el permiso por mail, al llegar un policía los acompaña y quedan 15 días en cuarentena. Están llegando matrimonios que quieren vivir con más libertad.

“Tenemos mucho temor del que viene de afuera, hoy no se me ocurriría viajar a Buenos Aires", afirma Sofía Gerk, subdirectora de turismo de Coronel Suárez. "Hay mucha cautela. Quizás, el primer paso sea viajar a los distritos cercanos que están también en fase 5, debemos sacarnos el miedo", confiesa. No es fácil. Los casos de coronavirus cada vez se acercan más. El conflicto nace ni bien se piensa en lo que pasa fuera de las fronteras distritales.

El temor al extraño se hace notable, es indisimulable y cruza amistades. Desde que comenzó la cuarentena, familiares y amigos quedaron sin poder regresar y nunca más pudieron verse. "Se les está pidiendo a los vecinos del distrito que no vengan, que se quedan en sus pueblos", afirma Gerk. El mayor miedo es a aquel que viene o ha estado en contacto con alguien del AMBA. "Queremos que la fase 5 continué, fue un éxito compartido entre el municipio, los vecinos y la policía", sostiene la funcionaria. 


"Si los agarramos en los caminos rurales queriendo entrar, les secuestramos el vehículo. Y si reinciden, al calabozo", afirma, tajante, Moccero.

"Fuimos sumamente obedientes, muy respetuosos de las medidas. Aceptamos lo que pasó, cambiamos nuestros hábitos sin quejas. Rebelarse te consume energía", afirma Julieta Colonella, Agente de Cambio Rural de INTA, referente de turismo rural. "Creo en la responsabilidad individual. Si esto lo trasladamos al colectivo, todo puede lograrse, por ejemplo el turismo", sostiene.

Los contrastes son un denominador común. Al terror por el extraño, convive un espíritu de alegría y mucha camaradería. Con un riguroso protocolo se reabrieron todos los comercios gastronómicos (entre otras flexibilizaciones), lo que permitió que la pulpería de Cura Malal pudiera volver a recibir a sus parroquianos.