Denuncian a Smurfit Kappa por transgredir disposiciones sobre el Coronavirus
LA CIUDAD
El Partido Obrero de Bahía Blanca hizo llegar un comunicado en defensa de los trabajadores de la Papelera Smurfit Kappa de Coronel Suárez.
La patronal, el Ministerio de Trabajo provincial y el intendente Moccero (FdT) contra la cuarentena.
Por Andrés Baleani
Los trabajadores de la papelera Smurfit Kappa en Coronel Suárez, que estaban cumpliendo con la cuarentena preventiva obligatoria dispuesta por el gobierno, debieron regresar a sus puestos de trabajo. La patronal argumenta que la empresa, que fabrica papel y cartón, está dentro de las exceptuadas a parar la producción por fabricar un producto “esencial” como son las cajas de alimentos. Lo que parece una razón valedera termina demostrándose falsa. Como denuncian los trabajadores “no hay desabastecimiento ni tanto apuro por fabricar algunos tipos de cajas”. Además, al momento de iniciarse la cuarentena, la producción estaba destinada a la fabricación de cajas para cerámicos y vino, nada que pueda considerase esencial en este momento.
En desacuerdo con la patronal, el viernes 20, los trabajadores tomaron la decisión de abandonar la producción e iniciar la cuarentena. La empresa, que juzgó el accionar como un conflicto gremial, decidió no operar el domingo y el lunes, y comenzar el martes. Ese día una asamblea reunida en la puerta de la fábrica resolvió llevar adelante un paro de actividades. La medida no se concretó porque el Ministerio de Trabajo, con una rapidez inusitada, más preocupado por el beneficio empresario que por la salud de los trabajadores, dispuso la conciliación obligatoria. La medida ministerial, que contó con el apoyo del intendente Moccero, no tuvo la misma rigurosidad con la patronal para que extreme y garantice las condiciones de higiene y salubridad y reduzca a un mínimo indispensable los tres turnos de trabajo habituales.
Los trabajadores continúan reclamando por las malas condiciones de higiene, los depósitos de papel son un cultivo para la proliferación de roedores, ahora se agrega la falta de controles y de elementos de protección contra el contagio del coronavirus. No se ha hecho una limpieza profunda de las instalaciones, no hay alcohol en gel, ni barbijos, ni papel para el secado de manos. A la fábrica arriban periódicamente camiones que trasportan la producción a todo el país, incluso al exterior. Esta actividad por la misma lógica tampoco se ha detenido, promoviendo mayores posibilidades de contagio. En este momento y en estas condiciones se está trabajando con temor al contagio, de los obreros, sus familias y del conjunto de la población. Esta situación ocasiona la desconcentración en el trabajo aumentando los riesgos de accidentes. El miércoles, “al ingreso a las 6hs., se le tomaba la temperatura a cada empleado con un termómetro digital por debajo de la axila pasándole de uno a otro sin ninguna higiene, el gremio no existe, los directivos son una vergüenza y el intendente hace como que no sabe nada” denuncian en las redes sociales.
La patronal, Kicillof, Moccero y el sindicato son responsables de la salud de los compañeros.
Los trabajadores tienen que volver a sus casas a continuar con el aislamiento. Si hubiese una necesidad real de fabricar cajas de alimentos, la planta debe dedicarse exclusivamente a esa tarea, y la producción hacerse con turnos reducidos sin afectar el salario y bajo control de un comité electo por los obreros. Lo esencial en medio de la cuarentena es lo que exigen sus familias para la protección de la salud de todos.
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